¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad es un sentimiento de temor o inquietud normal en el ser humano. Ha sido un mecanismo de defensa que nos ha permitido sobrevivir a los peligros que ha atravesado nuestra especie para poder evolucionar. Principalmente se experimenta cuando la persona se encuentra en una situación tensa o estresante y puede manifestarse como parálisis, nerviosismo, agitación en la respiración, angustia, incluso como alergia en algunas personas.
¿Cuando la ansiedad pasa de ser normal a un trastorno?
Existen algunas situaciones que de manera individual o en conjunto te pueden indicar que la ansiedad está pasando de ser normal a convertirse en una problemática a trabajar
Cuando las manifestaciones (angustia, agitación, preocupación, etc) se empiezan a presentar incluso ante situaciones cotidianas que no presentan ningún riesgo
Cuando escala de una manera sobredimensionada en situaciones que no son tan alarmantes. Ejemplo: una persona que no conoces en la universidad te hace una pregunta y tú entras en estado de pánico.
Cuando los pensamientos sobre situaciones que NO están sucediendo o NO han sucedido te impiden realizar acciones o tomar decisiones
Cuando se prolongan las sensaciones de nerviosismo o angustia y no se pueden controlar.
Cuando las preocupaciones impiden exageradamente tus niveles de concentración.
Algunos de los síntomas de la Ansiedad son:
Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
Sensación de peligro
Sudoración excesiva
Temblores
Sensación de debilidad o cansancio todo el tiempo
Problemas para concentrarse
Tener problemas para conciliar el sueño
Presentar problemáticas digestivas, musculares o dolor de cabeza sin explicación aparente
Presentar inquietud o dificultad para relajarse
Problemas al dormir
Presentar alguno de estos síntomas o varios no quiere decir que estes presentando algún trastorno de ansiedad, esto es algo que debe validar un profesional con un adecuado proceso evaluativo. Pero puede indicar que existe la posibilidad de que necesites buscar un profesional y te ayude a descartar o confirmar un diagnóstico.
TIPOS DE ANSIEDAD
Los trastornos de ansiedad pueden clasificarse en diferentes categorías de acuerdo a la sintomatología:
Agorafobia: temor obsesivo a lugares abiertos o descubiertos donde la persona puede sentir que sería difícil escapar
Trastorno de ansiedad generalizada: estado de preocupación excesiva, incontrolable y en ocasiones irracional por eventos o situaciones rutinarias.
Trastorno de pánico: ataques repentinos de miedo o angustia incontrolable ante situaciones que incluso no representan ningún peligro.
Trastorno de ansiedad por separación: preocupación o temor excesivo que puede presentar una persona ante la separación de un miembro de la familia o persona que considera importante para sí mismo.
Trastorno de ansiedad social (fobia social): temor intenso que siente una persona al estar con personas que no son conocidas o de su confianza o a la sensación de sentirse observado o juzgado por otros.
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias: generado principalmente por el consumo de alucinógenos o sustancias psicoactivas.
Si deseas profundizar más sobre este tema te invitamos a visitar Tipos de Ansiedad
Las causas más comunes de los episodios de ansiedad son:
Estresores ambientales
Genética
Factores médicos
Química cerebral
Abstinencia de alguna sustancia psicoactiva
ESTRATEGIAS PARA MANEJAR LA ANSIEDAD
La ansiedad debe ser tratada por un profesional y en ocasiones requiere del acompañamiento farmacológico, lo cual muchas veces es visto como algo alarmante pero es algo que puede apoyarnos en diagnósticos críticos. A continuación relacionamos algunas estrategias que pueden ayudarte a manejar un episodio de ansiedad
Respirar profundamente: tener una respiración lenta hace que encuentres un punto de relajación
Haz ejercicio: salir a caminar 30 o 40 minutos, trotar, montar bicicleta, practicar algún deporte… permite que tu cuerpo se libere de tensiones y genere mayores niveles de relajación
Dormir bien: dormir es uno de los procesos más importantes para el ser humano, ya que permite a tu cuerpo y cerebro recuperarse del cansancio y desgaste diario. Si no logras conciliar el sueño puedes tomar baños de agua caliente, hacer alguna actividad de relajación, meditación, escuchar música relajante, entre otros.
Conectar con los demás: tener vínculos amistosos también es una buena estrategia para el manejo de la ansiedad o estrés, teniendo una charla con un ser querido o salir con algún amigo cercano.
Hay muchas formas de tratar la ansiedad, sin embargo lo más importante es hacerlo a tiempo y acudir a algún profesional que pueda ayudarte y beneficiarte.
"No tienes que controlar tus pensamientos; solo tienes que dejar de permitirles que te controlen a ti" Dan Millman.