Mitos y realidades sobre el suicidio
- D&D Psicología y Bienestar
- 15 mar
- 3 Min. de lectura
El suicidio es un tema rodeado de tabúes, mitos y desinformación. A pesar de los esfuerzos por crear conciencia, persisten creencias erróneas que pueden obstaculizar la prevención y el apoyo a quienes lo requieren en determinado momento. Comprender la verdad detrás de estos mitos es un principio fundamental para reducir el estigma y salvar vidas. En este artículo, desglosaremos algunas de las falsas creencias sobre el suicidio y las confrontaremos con realidades basadas en experiencias reales.

Mito 1: "Quien habla de suicidio solo quiere llamar la atención"
Realidad: Hablar sobre el suicidio es una señal de alerta
Existe la creencia de que quienes mencionan el suicidio pretenden manipular o llamar la atención. Sin embargo,una gran variedad de estudios han demostrado que aquellas personas que terminan suicidándose expresaron previamente su intención de hacerlo. Hablar sobre el suicidio puede ser una forma de pedir ayuda y es una oportunidad para intervenir a tiempo. Si alguien menciona pensamientos suicidas, es crucial tomarlo en serio y brindarle el apoyo necesario.
Mito 2: "El suicidio ocurre de repente y sin señales de advertencia"
Realidad: La mayoría de los suicidios presentan señales previas
El suicidio rara vez ocurre de manera impulsiva y sin advertencias. De hecho, muchas personas muestran signos como aislamiento social, cambios de comportamiento, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, desesperanza, regalar posesiones importantes o hablar sobre sentirse una carga para los demás. Reconocer estas señales y actuar a tiempo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Mito 3: "Hablar sobre el suicidio puede inducir a alguien a hacerlo"
Realidad: Hablar del tema puede salvar vidas
Este mito ha contribuido al silencio y la desinformación. La realidad es que hablar sobre el suicidio de manera responsable y sin sensacionalismo no incita a las personas a cometerlo; al contrario, abre un espacio conlleva al diálogo, permitiendo que quienes lo piensan busquen apoyo y desmitificar el tema. La comunicación empática y sin juicios es clave para la prevención.
Mito 4: "Solo las personas con trastornos mentales se suicidan"
Realidad: El suicidio es multifactorial
Si bien los trastornos mentales, como la depresión o la ansiedad, pueden ser factores de riesgo, el suicidio es un fenómeno complejo influenciado por múltiples factores, incluidos problemas económicos, conflictos familiares, abuso de sustancias, trauma y desesperanza. No todas las personas con enfermedades mentales intentan suicidarse, y no todas las personas que se suicidan tienen un diagnóstico psiquiátrico previo.
Mito 5: "Si alguien sobrevive a un intento de suicidio, no lo intentará de nuevo"
Realidad: Sin intervención adecuada, el riesgo persiste
Las personas que han intentado suicidarse previamente tienen un mayor riesgo de intentarlo nuevamente. Sin el apoyo y tratamiento adecuados, la angustia subyacente puede continuar, aumentando las probabilidades de una nueva repetición. Es fundamental que quienes han pasado por una experiencia de este tipo reciban ayuda profesional y apoyo continuo de su entorno.
Conclusión
El suicidio es un problema serio que requiere comprensión, empatía y acción. Desmitificar falsas creencias permite fomentar una cultura de prevención y apoyo, donde las personas que lo necesitan se sientan escuchadas y respaldadas. Si conoces a alguien que podría estar en riesgo, no dudes en hablar con esa persona, brindarle apoyo y alentarla a buscar ayuda profesional. Juntos, podemos romper el silencio y posterior a ello salvar vidas
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